jueves, 26 de mayo de 2011

Compartiendo mi inquietud.

Hace tiempo que me pesa la obligación de crear una nota para mi blog, me pesaba porque no encontraba motivación. Ahora mi musa llego…



El domingo pasado salimos a recorrer los campos linderos a el partido de Pinamar, desde la ruta 11 para el lado de Madariaga, con la excusa de participar de la primera edición (y bastante prometedora) de la fiesta del Kiwi en Macedo.


Siempre me apasionaron las estaciones de tren antiguas y al mismo tiempo la historia de mi actual localización. Por eso elabore este improvisado texto explicativo sobre Macedo.
La estación Macedo fue inaugurada en 1908, cuando el Ferrocarril del Sud habilitó la parada a unos 29 km del mar. En los comienzos para llegar a Villa Gesell los pasajeros se bajaban allí y eran llevados con carretas hasta la villa.
LA VICTORIA es el Paraje de Macedo frente a la antigua Estación de Tren, su construcción data del año 1925 manteniendo su estado original, es un típico almacén de ramos generales del siglo pasado.
Esta y otras estaciones del siglo pasado fueron verdaderos centros cívicos del pueblo, allí además del Jefe de Estación y su familia vivían empleados del ferrocarril, y se nucleaban los chacareros con su producción de hortalizas y también desde allí salía la producción agrícola y ganadera de la zona.

Se une mi barrio natal y el actual en esta historia:
El Almirante Brown en Macedo
En 1826, para aliviar el asedio de la escuadra brasilera sobre Buenos Aires, el gobierno compró tres naves en Chile, que fueron bautizadas con los nombres de Buenos Aires, Chacabuco y Montevideo. Fueron despachadas a través del estrecho de Magallanes. Para recibirlas comisionó al almirante Guillermo Brown, quien estableció su residencia en Macedo.
A la altura de donde hoy se encuentra Villa Gesell, un grupo de hombres salió en una embarcación facilitada por Casto Sáenz Valiente para encender una enorme fogata en el Cabo Corrientes para guiar la ruta de las naves. Al no tener más noticias de este grupo, Brown fue a Buenos Aires y se embarcó en la Fragata Sarandí rumbo al Cabo Corrientes. Alli sólo llegó la nave Chacabuco. La Buenos aires naufragó en el Cabo de Hornos y la Montevideo regresó a poco de partir, con serias averías. A pesar de ello, como sabemos, Brown nunca se desanimó.
De alguna manera voy poniéndole forma a mi inquietud de preservar nuestro patrimonio. Esto recién comienza…