Hace 18 años que
termine el colegio y 9 la facultad…. mis mecanismos de pensamiento están completamente
oxidados. Pese a eso siempre me pareció que estudiar es algo que nunca se debe
dejar de hacer.
Con mucho
esfuerzo he comenzado un nuevo camino en mi vida, hasta el momento totalmente insospechado.
La vida es así, nos presenta opciones y está en uno agarrarlas o no. Acá estoy
entonces impulsada a la docencia como en caída libre desde un acantilado….
Ya di mis
primeros pasos en el aula, sin más que mis estudios universitarios sobre los
hombros, y me choque con una realidad dura como el concreto. Hoy la educación es
un gran agujero negro. Pero dicen que se está tratando de cambiar, para bien de
esos chicos y para el de todos en defiintiva. Creo que puede ser así, y en eso
estoy haciendo un curso de capacitación para poder conseguir herramientas que
me permitan colaborar con este proyecto.
Ahora sigo aceitando
mis engranajes.